En silencio

Como un boomerang, vuelve el recuerdo a mí.  Hay detonantes por doquier; y de amomento, mi cuerpo se tensa y llegan momentos de ansiedad. Mi mente se llena de preguntas, y la más que sobresale es: ¿Por qué a mí?.

Yo fui criada bajo la religión pentecostal, con una madre muy estricta, conservadora, protectora y devota a su llamado.  En esta nueva iglesia conocí a un muchacho llamado Luis Iván, a el que pude llamar: mi primer amor.  Así como cualquier par de niños enamorados, no faltaban las cartas y profesiones de amor.  Un año nuevo en la iglesia, el me pidió ser su novia y como estallaba mi corazón de nerviosismo cuando le dije que sí.  Nuestra locura era evidente a todos los hermanos de la iglesia, que hasta intentaban sentarnos en lados opuestos durante el servicio.  Para nosotros el servicio era donde único nos podiamos ver, ya que mi mamá no me permitía verlo fuera de la iglesia.

Bajo la nube del amor, no había nada que me alejara de Luis, ni siquiera lo malo de él.  Su padrastro fue "bichote" del barrio donde vivía, su mama drogadicta y él y su hermana estaban bajo el cuidado de su tia.  Luis con tan solo 14 años era problemático, tenia malas calificaciones en la escuela y se pasaba robando, pasando dias sin llegar a su casa y utilizando drogas.  Nada de esto parecía importarme, hasta aquella noche de un verano del 2008... recuerdo esa noche más que ninguna y con vívidez.

Recuerdo que los padrastros de Luis me llamaron a la media noche para saber si yo sabia donde él estaba, que estaban preocupados y Luis se habia escapado de la casa.  Yo no sabia nada de él, e intente llamarle a su celular y no contestaba.  A eso de las 3 am, oigo piedras azotar a mi ventana, era el del otro lado de la reja.  Silenciosamente, abrí las puertas, baje las escaleras y me asome a la reja; el habia corrido su bicicleta por dos horas hasta llegar a mi casa para "verme".  Lo vi empapado y le dije que entrase a la casa a secarse y que estaba loco por haber echo esa travesia.  El brinco la verja de mi casa y al caer vi como se quejo de dolor.   Luis se espetó el filo de un cuchillo que llevaba dentro de su pantalón, segun el :" por si perros callejeros lo atacaban".  Calladamente entramos a mi casa, y lo ayude a lavarse la herida y vendarla con una camisa vieja.  Deje que se refrescara y lo seguí a mi cuarto.  De paso, el entra con cuchillo en mano y se sienta a mi lado en la cama.  Comienza a besarme y con miedo que mi padre se levantara le digo que el se deberia de ir.  Se rehusó, y con cuchillo en mano lo presiono a mi costado.

Llena de miedo no dije una palabra. Luis comenzó a quitarse el pantalón con una mano, mientras sujetaba el cuchillo con la otra, y así mismo removió mis ropa interior.  Yo solo lloraba, acostada en la cama.  El miedo me había inmovilizado.  Yo era virgen y no entendía lo que estaba sucediendo, toda mi atención estaba en el cuchillo.

Así el colocó el cuchillo a mi lado, y agarrando con fuerzas mis muñecas, se forzó dentro de mí.  Movimiento tras movimiento, era lleno de dolor y yo solo yacía acostada con lágrimas bajando por mi rostro.  Pensando en gritar, en pedir ayuda.  Rogándole a Dios que mi padre sintiera alguna inquietud por levantarse... pero nada sucedió.

Mi papá se levanta a eso de las 5am y se va a caminar como usual... nosotros estamos en silencio.  Mi mamá había pasado una vigilia en la iglesia y no se encontraba en la casa, y al mi papa salir pensé rápido.  Le dije vamos a salir a la terraza a cojer un aire, y tan pronto el salio, cerré la puerta, corrí a mi cuarto y llame a sus tios.  "Luis esta en mi casa, vengan a buscarlo".  Mientras Luis me miraba por la ventana, llenandome de insultos y manoteando el cuchillo de lado a lado.  "Dejame entrar!", "Por que los llamastes?".

Cuando su tio llegó, salí corriendo por la puerta delantera a abrir el portón y le dije llorosa que el estaba sentado en la terraza.  El me pregunta que si el me hizo algo y yo le contesto que no, que solo quiero que el se vaya.  El le entra a puños en la terraza, y lo baja y al salir me dice: "Este lo que quiere es venir a dañarte la reputación, pero tu eres una nena buena que bueno que no te dejastes y me llamaste".

Me encerré en mi cuarto pensando: "Todo esto sucedió,  pero por lo menos mi papá no estaba aqui.  Me arrancaría la cabeza si se entera que tuve sexo".  Pero la secuencia de como sucedió todo, no me dejaba parar de llorar. 

Mi papá llega a las 6, molesto.  Abre mi puerta y con seriedad me dice que vieron como llego un hombre y saco a puños a un nene de su casa y me dice: "lo tenias aquí metido toda la noche?" Y yo le digo:"no papi el llegó poco despues de tu irte y llame a sus padres para que lo buscaran"; "Espero que esa sea la verdad" -dice él.  Mi mamá llega poco despues y me dice: "Todo bien, Dayanara?" y con lagrimas en mis ojos, sentada en el piso y agarrando fuertemente una almohada le respondo, "Sí, todo esta bien. Estoy cansada".  Ese día me la pase encerrada en mi cuarto, llorando y pensando:"Porque mi primera vez tuvo que ser así?".


Por tantos años fui víctima, sufría de indicadores que dictaban a derecha e izquierda que fui abusada, que esa noche él me violó. Más no lo sabía. Nunca había escuchado de la palabra violación.  En mi casa no se hablaba de sexo.  No sabia que habia sido aquello que paso, pero ese momento me marcó.  No podia ser intima con mi nueva pareja sin tener "flashbacks" y gritarle freneticamente que se quitara de encima de mí.  No quería saber de sexo; mi autoestima estaba por el piso. Mi cuerpo no se sentía mio.
Solo años despues, cuando recurrí a una psicóloga por pude comprender que habia sido violada.


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